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Los arrancadores suaves o de estado sólido aseguran que los equipos se aceleren óptimamente, ayudando con ello a prevenir los golpes de ariete en los sistemas de bombeo. Su función principal es limitar la corriente y el par de arranque, evitando de esta manera el esfuerzo mecánico y las bajas de tensión en la línea. Estos arrancadores vienen en gabinete metálico y cuentan con interruptor principal y para circuito de control, rampa ajustable de arranque y paro, estación de botones, lámparas indicadoras de funcionamiento, transformador de control, contador de tiempo y relevador bimetálico.